Cuando elabores tu currículum, debes incluir información que sea relevante para el puesto y que te ayude a destacar ante los empleadores. Exponer tus aficiones e intereses en un currículum es una forma estupenda de mostrar tu personalidad y tus habilidades para ayudar a los jefes de contratación a saber si encajas bien en su empresa. Es importante conocer la diferencia entre ambos para incluirlos correctamente en tu currículum.
En este artículo, explicamos qué son las aficiones y los intereses y las diferencias entre ellos, y compartimos consejos para ayudarte a incluirlos en tu currículum.
¿Qué es un hobby?
Una afición es una actividad que puedes realizar en tu tiempo libre y que te produce placer. Las aficiones más comunes pueden ser coleccionar objetos, participar en un deporte o actividad o trabajar en proyectos creativos. Cuando se dedica activamente a algo fuera del horario laboral, está participando en una afición. Cuando te dedicas a una afición, estás dedicando tu tiempo y energía a algo que te gusta y apasiona. Practicar una afición suele ser una experiencia continua a la que puedes dedicarte con regularidad.
¿Qué es un interés?
Un interés es el deseo o la necesidad de aprender más sobre un tema concreto. Los intereses pueden ser un deseo personal de aprender más sobre una actividad o de formarse más sobre un tema para mejorar su rendimiento laboral. Un interés puede durar poco tiempo o puedes participar en él esporádicamente sin necesidad de dedicarte a él de forma continuada.
Por ejemplo, un interés personal podría ser aprender más sobre música estudiando artistas y piezas clásicas. En el ámbito profesional, un estudiante de medicina que se especialice en neurología tendría interés en aprender más sobre el cerebro humano.
Diferencias entre aficiones e intereses
Aunque puedes enumerar aficiones e intereses en la misma sección de un currículum, tienen muchas diferencias, por ejemplo:
Las aficiones son actividades
Cuando participas en una afición, estás participando activamente en una actividad o deporte. Los intereses suelen ser sentimientos o deseos de aprender más sobre temas con potencial para convertirse en actividades. Por ejemplo, si te interesa el teatro, puedes estudiarlo de vez en cuando y asistir a distintas representaciones. Si participas regularmente en representaciones teatrales de la comunidad, puedes considerarlo un hobby.
Las aficiones son constantes
Cuando participas en una afición, sueles mostrar una dedicación regular a la misma. Por ejemplo, si tu afición es coleccionar sellos, puedes encontrar constantemente sellos nuevos y seguir aumentando tu colección. Puedes interesarte por varios temas en función de tu estado de ánimo, tu profesión o tu capacidad de atención.
Por ejemplo, si trabajas como profesional del marketing, podrías tener interés en aprender sobre las mejores prácticas de optimización de motores de búsqueda. Puedes obtener una certificación que te enseñe más sobre este tema. Una vez que reciba esta certificación, su interés puede disminuir y usted puede comenzar a desarrollar un interés en un tema separado.
Los intereses pueden convertirse en aficiones
Puesto que las aficiones son actividades y los intereses son un deseo o sentimiento de completar o aprender algo, tu interés puede convertirse en tu afición. Si empiezas a aprender más sobre el tema y quieres empezar a dedicarte activamente a ello, entonces puede convertirse en una afición habitual.
Por ejemplo, si estudias y lees sobre escritura creativa, puedes empezar a escribir obras creativas. Puedes considerar el proceso continuo de escribir tu propia obra como un hobby.
Puedes obtener ingresos de un interés
Si te interesa un tema concreto o si tu supervisor te pide que estudies un tema para mejorar tu rendimiento laboral, puedes obtener ingresos de ello. Lo mismo puede ocurrir si empiezas a aprender un determinado tema y luego creas una carrera a partir de él. Por ejemplo, si te interesa la historia y empiezas a estudiarla, puedes dedicarte a tiempo completo a la carrera de historiador.